
¿Hacia dónde va la inflación? Parece que nadie lo sabe
Uno de los indicadores clave mostró una ligera aceleración de los precios el mes pasado. Pero aún no hay nada definitivo. Las expectativas aumentan en la Fed.
La inflación en Estados Unidos mostró señales de aceleración en mayo, al tiempo que el gasto de los consumidores se enfrió y las divisiones dentro de la Reserva Federal (Fed) sobre la trayectoria de las tasas de interés se hicieron más evidentes. El índice de precios de gastos de consumo personal —la medida de inflación preferida por el banco central— registró un aumento de 0,2% en los precios “básicos” (sin alimentos ni energía), un dato levemente superior al esperado por los analistas y que llevó la inflación subyacente anual al 2,7%.
En términos generales, los precios al consumidor crecieron 0,1% en mayo, elevando la tasa anual al 2,3% y alejándola aún más de la meta del 2% de la Fed. Al mismo tiempo, el gasto personal ajustado por inflación cayó 0,3%, mientras que los ingresos personales retrocedieron 0,4%, la mayor contracción mensual desde 2021. De acuerdo con un artículo de The New York Times, esta baja reflejó principalmente la reversión de un pago extraordinario de la Seguridad Social ocurrido en abril.
El panorama económico se complica por la incertidumbre respecto a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. Hasta ahora, el impacto de estas medidas proteccionistas en los precios y el crecimiento ha sido limitado, pero la pregunta que se plantean economistas y autoridades es cuándo —y con qué magnitud— comenzarán a sentirse sus efectos.
Ed Al-Hussainy, estratega de tasas de interés globales de Columbia Threadneedle Investments, dijo a The New York Times que este es “básicamente el mejor conjunto de datos que uno querría tener antes de un shock inflacionario”. Sin embargo, advirtió que podría producirse un aumento “muy fuerte” aunque “muy acotado” de la inflación en los próximos seis meses.
Las perspectivas de inflación y crecimiento también son motivo de debate dentro de la Reserva Federal. La semana pasada, la Fed decidió por cuarta ocasión consecutiva mantener sin cambios la tasa de interés de referencia, a pesar de que el presidente Trump presionó públicamente para una reducción inmediata y pronunciada de los costos de endeudamiento. Según informó The New York Times, en las proyecciones divulgadas junto con esa decisión se constató una fuerte división: mientras que la mayoría de los funcionarios prevén dos recortes de un cuarto de punto este año (equivalentes a medio punto porcentual), siete de los 19 estiman que no habrá más recortes, dos anticipan solo uno y otros dos proyectan tres reducciones.
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El presidente de la Fed, Jerome Powell, compareció esta semana ante el Congreso y reiteró que el banco central puede permitirse ser paciente antes de bajar las tasas. Powell sostuvo que el mercado laboral todavía no muestra señales claras de debilidad y que no se sabe con certeza cuánto afectarán los aranceles de Trump a la economía. Sin embargo, reconoció que una de las mayores preocupaciones es que las presiones sobre los precios se intensifiquen en el verano a medida que los aranceles comiencen a trasladarse a los consumidores.
No todos comparten esta visión de cautela. The New York Times detalló que dos funcionarios nombrados por Trump, Christopher Waller y Michelle Bowman, se manifestaron en favor de un recorte de tasas ahora en la reunión de finales de julio. Ambos minimizaron en recientes discursos el impacto inflacionario de los aranceles y expresaron mayor inquietud por la evolución del empleo y el riesgo de que la Fed no actúe a tiempo para proteger la economía.
Mientras tanto, las expectativas de inflación y la confianza de los hogares muestran un panorama mixto. Según el diario, el último sondeo de la Universidad de Michigan reveló que las perspectivas económicas mejoraron, aunque la directora de la encuesta, Joanne Hsu, advirtió que las opiniones de los consumidores siguen siendo coherentes con una desaceleración económica y un repunte de la inflación en los próximos meses.
En los mercados financieros, los operadores siguen apostando a que la Fed comenzará a bajar las tasas en septiembre y efectuará al menos otro recorte antes de que termine el año. Kathy Jones, estratega jefe de renta fija del Schwab Center for Financial Research, dijo a The New York Times que el banco central enfrenta un dilema complejo ante la falta de claridad sobre el impacto real de las políticas comerciales de Trump. “Si en otoño se produce un repunte repentino de los precios por los aranceles, será muy difícil para la Fed ‘mirar hacia otro lado’”, subrayó.
Así, la Reserva Federal se encuentra en un delicado equilibrio entre la prudencia y la presión política, en un momento en que la inflación da señales de reactivarse y la economía muestra síntomas de fatiga. El desenlace podría marcar el rumbo económico de Estados Unidos en los próximos trimestres.
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