Atasco en la avenida Madison, en el distrito neoyorquino de Manhattan. (Foto de Charly TRIBALLEAU / AFP)
Muchos coches que han sido retirados del mercado siguen circulando. Muchos de ellos los conducen latinos, que suelen ser más reacios a este tipo de procesos. (Foto de Charly TRIBALLEAU / AFP)

Ignorar las retiradas de vehículos podría costar vidas: Las ideas erróneas ponen en peligro a los conductores latinos

Muchos conductores hispanos en EE.UU. subestiman la urgencia de las retiradas de seguridad de los vehículos por desinformación, miedo al costo o desconfianza.

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Una nueva encuesta revela que casi la mitad de los conductores hispanos en Estados Unidos minimizan los llamados a revisión de sus vehículos, en parte por desinformación, miedo al costo o desconfianza.

Casi la mitad de los conductores latinos en Estados Unidos cree que un recall —es decir, un llamado a revisión de su vehículo por parte del fabricante— no representa una urgencia si el carro sigue funcionando con normalidad. Así lo muestra una reciente encuesta difundida por la campaña nacional Check To Protect, que alerta sobre las ideas erróneas más comunes entre la población hispana que, sin saberlo, pone en riesgo su vida y la de sus seres queridos por no atender a estos llamados de las fábricas de vehículos.

El estudio reveló que 47% de los latinos creen que un recall no es preocupante si no afecta el desempeño del carro, en comparación con el 40% de la población general. Además, un alto porcentaje teme que los concesionarios les cobren por los arreglos, les vendan servicios adicionales o recojan datos personales de forma indebida.

Para combatir esta peligrosa desinformación, la campaña Check To Protect lanzó una serie de mensajes educativos dirigidos especialmente a comunidades hispanas, donde el uso de autos usados es común y las barreras idiomáticas dificultan el acceso a información clara y confiable.

Seis ideas erróneas que pueden costar caro

1. “Me van a cobrar por el arreglo o me van a ofrecer cosas que no necesito.”
Una de las principales preocupaciones entre los latinos (56%) es que el concesionario quiera cobrar por el arreglo o vender otros servicios. Pero por ley federal, todos los arreglos relacionados con recalls son completamente gratuitos, incluso si el vehículo está fuera de garantía. Los concesionarios reciben el pago directamente del fabricante, y los usuarios pueden rechazar cualquier servicio adicional.

2. “Mi carro funciona bien, así que no puede ser grave.”
Este pensamiento, compartido por el 47% de los conductores hispanos, es uno de los más peligrosos. Muchas fallas no se manifiestan hasta que ya es demasiado tarde. Un ejemplo extremo son los airbags defectuosos de Takata, que parecían funcionar bien hasta que explotaban al activarse, lanzando fragmentos metálicos en el interior del vehículo.
Los recalls no son mantenimiento opcional: son alertas de fallas potencialmente mortales.

3. “Mi carro ya no tiene garantía, así que no me van a ayudar.”
Casi la mitad de los hispanos (44%) piensa que si su carro está fuera de garantía, no tienen derecho a reparación gratuita. Esto es falso. Los recalls no tienen nada que ver con la garantía. Si el vehículo tiene un recall activo, el arreglo es gratuito, sin importar su edad o cuántos dueños haya tenido.

4. “Solo el dueño registrado puede llevar el carro al taller.”
El 37% de los encuestados cree que necesitan ser los dueños legales del vehículo para llevarlo al concesionario. Pero cualquiera puede llevar un carro a revisión por recall: un hijo puede llevar el auto de su madre, un amigo puede ayudar a otro, y no se exige título de propiedad. Solo se necesita información básica para el contacto.

5. “Los avisos son estafas.”
Muchos latinos —35% según la encuesta— desconfían de las cartas o correos que ofrecen una reparación gratuita, y temen ser víctimas de fraude. Pero los avisos oficiales de los fabricantes son auténticos y están respaldados por leyes federales.

6. “Me van a pedir información personal que no tengo o no quiero dar.”
Un 29% de los conductores latinos tiene temor de que el concesionario les pida datos privados. Sin embargo, solo se requiere nombre, teléfono y la información básica del vehículo (placa o VIN). Estos datos permiten registrar la reparación y no implican ningún riesgo de seguridad o privacidad.

¿Por qué afecta más a los latinos?

Además de las ideas erróneas, hay barreras adicionales que dificultan la respuesta a los recalls en comunidades hispanas. Muchas personas reciben los avisos solo en inglés, idioma que no dominan completamente. Además, es frecuente que los vehículos se compren de segunda mano, o que se compartan entre miembros de la familia, lo cual dificulta que el fabricante tenga la información actualizada del conductor real.

Todo esto genera una falsa sensación de seguridad que puede tener consecuencias fatales.

La buena noticia es que verificar si un vehículo tiene un recall pendiente es fácil, rápido y gratuito. Solo se necesita el número de placa o el número de identificación vehicular (VIN), que aparece en el tablero o en los documentos del carro.

Basta con ingresar esa información en el sitio oficial CheckToProtect.org. En menos de un minuto, se puede saber si hay una reparación pendiente que podría salvar vidas. Muchas de estas reparaciones pueden realizarse en 30 minutos en cualquier concesionario autorizado.

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